sábado, 7 de abril de 2007

Los Productores

Imagen de la puesta en escena en México de Los Productores.
Nota: Las menciones que se hacen en letra cursiva más pequeña corresponden a los nombres de escenas o números musicales de las obras comentadas.


Por supuesto no es una obra magnífica y ni siquiera le arranca al público las carcajadas que en otro tiempo obtenía Mel Brooks en producciones televisivas como El Super Agente 86; de cualquier manera le hará mantener una sonrisa permanente, quizá un poco más amplia si entiende el humor judío, además de proporcionarle un rato de entretenimiento al que solo tienen acceso, hoy por hoy, los espectadores de Broadway en Nueva York, Buenos Aires y Madrid.

La continua rotación del elenco estelar puede ser un problema en su apreciación de la obra. Hay quienes de solo ver a Pedro Armendáriz ya se sienten como participantes de un homenaje a uno de los más prolíficos y estimados actores mexicanos y quienes no pueden ver el talento de Adalberto Ramones, sólo por su acostumbrada presencia de más de una década en la televisión comercial.
Para mucha gente del medio artístico mexicano basta que una obra se anuncie como producción de OCESA, para considerarla un proyecto de mucho oropel y poca sustancia. En efecto, tal vez sea por el tamaño de foros como los que ahora ocupan el espacio de los antiguos Televiteatros; pero difícilmente se logra la admiración que nos provoca la intensidad de actuaciones como las de los elencos de la Compañía Nacional de Teatro, en obras como Cantos desde el Infierno o Hipnódromo, por mencionar solo dos producciones del 2007.
Esto no obsta para que obras como Los Productores cumplan con lo que se puede predecir: luces brillantes manejadas por computadora, espejos, coristas de cuerpos escultóricos, escenarios de gran movilidad y escenografías que se sustituyen a la velocidad de las grandes producciones coreográficas de la MGM en la época del cine en Blanco y Negro.
En la historia de los musicales de la escena mexicana figuran por una parte El Fantasma de la Ópera, José el Soñador, ¡Que Plantón! Cats, Evita y Vaselina.
En otra categoría figuran puestas en escena como El Diluvio que Viene, Mi Bella Dama, ¡Hello Dolly!, Jesucristo Superestrella y Violinista en el Tejado.
¿Cual es la diferencia entre ambos grupos? Por supuesto en gustos se rompen géneros, pero mientras en en el primero aparecen las obras que se presentaron en México solo porque había mercado y se podía aprovechar una tendencia del teatro musical que triunfaba en el extranjero, en el segundo se trato de puestas en escena imprescindibles, sea por la calidad de sus actores, por sus conmovedoras tramas o por las maravillosas voces que nos permitieron conocer.
Los productores pertenece al primer grupo. Debemos agradecer la entonada voz y los esfuerzos dancísticos de Adal Ramones, sobre todo en el número Ser Productor yo Quisiera, la innegable simpatía de Natalia Sosa, el estupendo número- resumen de Max Bialistock en Traicionado y la vertiginosa coreografía de James Kelly, Susan Stroman y Bill Burns, sobre todo en el fragmento de teatro dentro del teatro de Flores para Hitler.
Con todo esto Los Productores todavía es una obra de segunda división entre las grandes producciones musicales presentadas en el histórico del musical en México.
Esto no la hace necesariamente prescindible y negarle sus valores de entretenimiento sería como caer en el grupo de amargados que niegan el valor de la idea de las playas artificiales en la Ciudad de México y las reducen a una ocurrencia populista solo porque ellos pueden darse el lujo de nadar en aguas menos saturadas.
En resumen Los Productores es una obra que se puede ver si se tiene la fortuna de tener una cartera suficientemente desahogada o al menos si se es integrante o conocido del grupo de empresas que reciben las promociones e intercambios de la carteler más comercial.

Los productores se presentan en el Teatro 2 del centro Cultural Telmex. Funciones: miércoles y jueves a las 20: 15 horas; viernes a las 18:30 y 21:30; sábados a las 17:15 y 21:15 horas; y domingos a las 13:30 y 18 horas. Los precios de boletos: VIP, $550.00; Orquesta, $450.00; Preferente 1, $350.00; Preferente 2, $275.00; y Preferente 3, $220.00.
(Atención: los tarjetahabientes de Spira que reciben la revista pueden cambiar un cupón y 10 pesos por dos boletos)

lunes, 2 de abril de 2007

300






Ilustración original de la historieta
300, de Frank Miller, fielmente reproducida en la versión cinematográfica



Si logramos despojarnos de cualquier suspicacia política, 300 puede ser una película sumamente divertida. Realmente es como meterse a leer una historieta moderna, con enormes ilustraciones y la técnica, ahora tan usual, sobre todo para el tratamiento de personajes oscuros, de un personaje no identificado que va contando la historia.


Si vemos la película en pantalla IMAX también es recomendable llevar tapones para los oídos porque si tenemos una audición normal saguramente saldremos de la sala con una incómoda inflamación en los tímpanos.


El problema es si se nos ocurre imaginar que la producción de la Warner Bross, inusualmente promocionada en noticieros y otros programas estadounidenses, es una metáfora sobre la guerra en Irak, donde los buenos y valientes gringos están representados por los espartanos, los feroces y sanguinarios iraquies por los persas y los corruptos y perversos políticos que se niegan a mandar al ejercito a las Termópilas, son los políticos del partido demócrata en los Estados Unidos.


Tal vez sea una mera especulación y lo que ocurre es que los argumentistas de historietas tienen las mismas técnicas conocidas por los propagandistas de la guerra; pero sin revelar la trama, esos 3oo espartanos defensores de la libertad y del honor, parecen tener demasiado en comun con los asesores fundamentalistas de Mr. Jorgito Bush, en tanto que los oscuros (de piel y de alma) persas tienen un "no se que" que los identifica con los musulmanes, los irakies y los iraníes, no como de verdad son, sino como los imaginan en algunos lugares de Norteamerica.


Y puede que sea pecar de suspicaz, pero si el US Army necesitara un arma de propaganda para enrolar a los cada vez más desconfiados jóvenes norteamericanos, no dude que después de los alucinantes efectos especiales de 300, filmada casi totalmente con "green screen" para digitalizar rinocerontes y elefantes, habrá muchos que estampen su firma y se contraten como carne de cañón.


Lo bueno de todo es que si nos quitamos los prejuicios y revisamos las condiciones actuales de la derrota estadounidense en Irak, a los amantes de la guerra solo les quedarán las historietas, y películas como 300, para imaginar lo que nunca podrá ser, el triunfo de un imperio joven y efímero sobre las primeras civilizaciones de la tierra.
Por otra parte los gringos nunca podrán entender lo que significaba la democracia para las ciudades-estado griegas o para personalidades como Sócrates y Platón , quienes entendían por justicia que cada quien se ocupara de lo suyo.


Los republicanos jamás podrán ser comparados con Alejandro Magno, y mucho menos con la decisión de Leonidas de desafiar los augurios de un oráculo (en sus propias palabras una adolescente ebria) para ponerse al frente de un grupo de defensores.


Ahora que también podríamos pensar que Frank Miller, autor de la historieta, es más inteligente de lo que parece y para él los 300 en realidad representan a los iraquies, quienes pequeños en número y todo, serán capaces de vencer al monstruoso y travestista imperio invasor.
Si lo vemos así, la vision de 300 será mucho más compleja, pero también mucho más enriquecedora y entretenida.

Copying Beethoven ó Beethoven, Monstruo Inmortal


Beethoven y Anna Holtz, dos almas musicalmente afines, son los personajes de esta película de la directora polaca Agnieszka Holland

Lo primero es reconocer la verdad histórica: Beethoven ya estaba completamente sordo en 1817, de tal manera que en 1824, durante la composición de su Novena Sinfonía ya no podía escuchar, ni cuando le hablaban alto ni utilizando un cuerno para amplificar los sonidos.

Esto no obsta para que una vez identificada la fábula, donde el personaje central es la música, y no Beethoven ni la copista Ana Holtz, disfrutemos de alguno de los pasajes más emotivos en la historia del cine musical: la interpretación de fragmentos de la Sinfonía Coral en un teatro iluminado con el fuego alimentado por cera, tal y como lo hacían en la Viena del Siglo XIX, o en la Hungría del Siglo XXI, cuyos paisajes fueron prestados para la escenificación de esta cinta.

Si nos concentramos en todas las licencias que tuvo que tomarse la cineasta polaca Agnieszka Holand su obra no puede alcanzar la excelencia o el 10 de calificación, pero basta el segmento donde Ed Harris, interpretando a Beethoven le está copiando los movimientos a la hermosísima Diane Kruger (Anna Holtz) para que la película Copiando a Beethoven sea de visión obligada.


A ver a ver ¿como que Beethoven está copiando? podrá pensar un lector atento. Así es, uno de los méritos del título original es precisamente ese. Que se refiere tanto a la dama contratada para copiar la partitura de la Novena Sinfonía (lo que de paso nos permite entender un poco mejor el proceso de creación de la música) como al hecho de que el propio genio de Bonn tiene que copiar los movimientos de su asistente para ver los ritmos que ya no puede oir.

El título en español es desafortunado, aunque mucho mejor que otros, pues si la sordera pudo hacer parecer a Beethoven un monstruo amargado, su celestial trabajo sí lo ha hecho inmortal.

Este drama histórico y musical, también le debe mucho a la dirección de una mujer, Agnieszka Holland, que en la parte romántica introduce uno de los mas antiguos dilemas femeninos, la elección entre la juventud y la belleza física o el talento excepcional.

Copiando a Beethoven o Beethoven Copiando ( que ambas traducciones parecen válidas en distintas partes del argumento) tiene dos subtramas enriquecedoras: La primeram sobre la elección de la mujer entre la realización personal y la vida privad y la segunda, la humanización del artista que además de componer se da tiempo para jugar a las vencidas, emborracharse con la plebe y dejarse manipular por un sobrino sustituto de los afectos del hijo que nunca existió.
El melómano encontrará entonces que solo un ser con relación con lo divino pudo haber compuesto una obra como la Novena Sinfonía, pero tampoco podrá dejar de reconocer a un genio en la Grosse Fuge, escrita en 1826 y que a momentos da la impresión de un Ragtime negro estadounidense escrito siglo y medio después.
Como toda obra culta, la vigencia de Beethoven, Monstruo Inmortal puede no ser muy larga en la cartelera cinematográfica y no verla en cine, con sonido digital o dolby la hará demeritar mucho en DVD.
Por esta razón es recomendable no esperar mucho tiempo. Otra recomendación no patrocinada; pero importante para los melómanos que deseen reproducir toda la música clásica por una cuota de 25 dólares al año es visitar está página http://www.classicalarchives.com/beethoven.html.
El editor de carteleradf, espera como siempre que esta recomendación le sea de provecho para el mejor empleo de su tiempo libre.




Una kathedra en un minuto

Código

¿Quiéres un anuncio como este aquí, escribe a ioninsurgentes@gmail.com

Entradas populares del mes

Cartelera DVD

Otros artículos que pueden gustarte

Búsquedas personalizadas

Búsqueda personalizada

Seguimiento de Ad Sense

Un libro indispensable

Un libro indispensable
que nos cuenta detalles de la guerra del PRI contra la sociedad civil

Entradas populares