lunes, 13 de agosto de 2007

Espectacular concierto de niños Oaxaqueños

Un concierto verdaderamente fuera de serie ofreció este sábado 11 de agosto la Banda Sinfónica Benito Juárez, integrada por un centenar de niñas y niños entre los 8 y los 17 años de edad.

El Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes estuvo prácticamente a toda su capacidad.

De la primera parte de la presentación nada puedo contarles porque por lo menos 200 personas llegamos tarde y el policía de la entrada, ignorante del protocolo, amenazó que no pasaría nadie más. Afortunadamente quienes tuvimos paciencia y esperamos la segunda ejecución tuvimos acceso durante los aplausos.

Valió la pena porque percusiones y alientos emocionaron al público con la ejecución de una obra llamada Antequera, de la que no pudimos conocer más por la falta de programas, aunque el autor estaba presente y recibió el reconocimiento del respetable.

La obertura Guillermo Tell, de Rossini arrancó los primeros gritos de ¡Bravo!. Vino luego el arreglo con algunas de las partituras más famosas utilizadas en el cine italiano y la apoteosis con la ejecución de la canción carioca el tico-tico, que provocó, quizá por primera vez en la historia de esta sala de conciertos, la formación de una ola que empezaba en el escenario y llegaba hasta la última fila del inmueble

Ante tal euforia, hubo cierta desilusión cuando se anunció que el concierto terminaría con los Cuadros de una Exposición de Musgorki, no porque la obra no sea extraodinaria, sino porque en momentos parece demasiado solemne para una banda infantil.

En la orquesta destacó todo el tiempo la presencia de una niña trigueña, delicada como la Hermiony de las películas de Harry Potter, quien sin duda contrastaba con los altos y gruesos percusionistas a los que nos tienen acostumbrados en la Sinfónica de Bellas Artes.

El público exigió otro final para la velada y se nos recompensó con una brillante ejecución del vals Dios Nunca Muera. Ya con la mitad del auditorio aplaudiendo de pié, los niños oaxaqueños nos regalaron con el danzón Nereidas.

El médico de la compañía, que también es el que vende los discos, recibió con la fila que se formó para comprarle, el agradecimiento de las personas que disfrutaron de este concierto gratuito.

En el Gobierno y la política de Oaxaca muchas cosas apestan, pero a juzgar por el trabajo presentado por la Secretaría de Cultura de la entidad, el arte sigue siendo el único antídoto contra contra la barbarie.

Una kathedra en un minuto

Código

¿Quiéres un anuncio como este aquí, escribe a ioninsurgentes@gmail.com

Entradas populares del mes

Cartelera DVD

Otros artículos que pueden gustarte

Búsquedas personalizadas

Búsqueda personalizada

Seguimiento de Ad Sense

Un libro indispensable

Un libro indispensable
que nos cuenta detalles de la guerra del PRI contra la sociedad civil

Entradas populares