sábado, 5 de julio de 2014

Adiós Miguel Ángel Mancera

Miguel Ángel:

Habías ganado nuestro aprecio. Como muchos de nosotros eres producto de la cultura del esfuerzo. A diferencia de los funcionarios del PRI no procedías del ITAM ni de escuelas de Harvard donde enseñan a enriquecerse en puestos públicos a costa del dinero ganado por las clases medias. Eras orgullosamente UNAM.

No fuiste el candidato sólo de la izquierda radical, votamos por ti los no identificados con ningún partido político, los panistas que no comparten doctrinas más propias de un credo religioso que de un instituto político; incluso los priistas que ven el servicio público como eso, como un servicio, y no como una forma de hacer relaciones con las empresas privadas para cruzadas contra el hambre o la venta de gas natural mexicano a través de empresas transnacionales.

Nos caías muy bien con tu imagen de papá soltero, deportista persistente, soltero codiciado. Ganaste a cientos cuando dejabas de comer en un restaurante público para atender la sugerencia de un mesero, la petición de justicia de una madre o el saludo de un admirador.

Quisiera esta carta no ser una despedida fatal y para siempre, pero cada vez albergamos menos esperanzas. Has cedido al poder de la corrupción y de los negocios privados, has cedido la poca soberanía que tenía la Ciudad de México en favor de los intereses, los negocios y las fortunas de los funcionarios federales.

Nada es fatal, por supuesto, podremos sobrevivir a no circular los sábados, a vender a precio de chatarra los autos que constituían el único patrimonio de más de medio millón de familias, o a los intereses agiotistas que cobra la banca transnacional, incluso al embargo de nuestros salarios, si somos privilegiados de contar con un empleo. Sí, porque tu sabes como doctor en derecho, que nuestra también neoliberal Suprema Corte de Justicia aprueba embargar el salario a quien no pueda pagar los intereses en  la letra de su auto o en la mensualidad de su hipoteca

Miguel Ángel Mancera aborda auto con calcomanía Cero. Circula todos los sábados

Quien no sobrevivirá la sumisión a las impopulares políticas del gobierno federal  serás tú, aun estimado Miguel Ángel Mancera, si no das un golpe de timón espectacular, si no construyes en seis meses otras seis líneas como la parte buena de la línea 12, te comprometes a dotar de 500 mil autos eléctricos a la Ciudad de México o a dar como contraprestación transporte público gratuito, 24 horas, todos los sábados, mientras dure la dictatorial prohibición.

También puedes ofrecer servicios de taxi gratuitos a quienes se casen, celebren 15 años, bodas o primeras comuniones en sábado, o de lo contrario destinar ese día en exclusiva a las familias robolucionarias, porque solo ellas tienen a todos sus miembros con capacidad de autos de modelo reciente.

Igual puedes hacer un programa de abasto a domicilio con precios de la Central de Abasto para que los que tienen puestos de jugos los reciban a puerta de su local de lámina, las familias puedan prescindir de Wall Mart y sus políticas explotadoras de precios bajos, a cambio de los servicios gratuitos de empacadores y viene, viene de los estacionamientos.

Pero como dudamos que los que harán crecer sus ya inmensas fortunas con este programa supuestamente ambientalista te den los recursos para hacer este tipo de políticas sociales, lo mas probable es que tengas que irte. A lo mejor piensas que eres el caballo negro del PRI para proponerte la candidatura cuando la gente ya no los soporte más, pero francamente es de dudarse.

No resistirás Miguel Ángel un referéndum para revalidar tu mandato, los mexicanos,  ya se sabe, aguantamos todo: la corrupción, los penales mal marcados y hasta al PRI, pero no a quien se dobla porque otra autoridad, con muy poca autoridad moral por cierto, le dice lo que se debe de hacer.

No, y sobre todo porque prefieres la bendición de un puñado de sujetos de escasa o nula reputación, en lugar de la de millones de personas que te brindaron su confianza y a quienes nos dijiste que íbamos a gobernar juntos.

Nos sentimos traicionados y eso sí, es lo más difícil de perdonar.

(Agrega si quieres tu firma y envíala a por Facebook a GobiernoDistritoFederal o mediante el formato de servicio a la Ciudadanía  en este enlace http://www.df.gob.mx/index.php/formatodeatencionciudadana

Una kathedra en un minuto

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