martes, 19 de enero de 2016

Un año de trabajo a salario mínimo cuesta comprar un metro en la Ciudad de México

Publicado originalmente en este enlace de  Sinembargo


Análisis muestra que 1 metro cuadrado promedio de casa en el DF cuesta trabajar 360 días

Actualmente se puede acceder a una vivienda, pero por cuestiones del salario, podría no ser cerca del centro de trabajo. Foto: Cuartoscuro
Actualmente se puede acceder a una vivienda, pero por cuestiones del salario y del costo es muy probable que ese hogar no esté cerca del centro de trabajo. Foto: Cuartoscuro
Ciudad de México, 19 de enero (SinEmbargo).– Ya sea vivienda nueva o usada, casa o departamento, el mercado inmobiliario en México ha generado una variedad de retos para millones de mexicanos que aspiran a hacerse de un patrimonio, ya que el actual salario mínimo ubicado en 73.04 pesos deja a las personas con posibilidades mínimas de acceso a un hogar.
Si se toma en cuenta el precio por metro cuadrado de una casa nueva que está en 25 mil 721 pesos, un trabajador con salario mínimo tardaría alrededor de 360 días para pagar sólo uno.
De acuerdo con especialistas en el tema, el escenario para los años que vienen no es positivo, ya que ante una demanda de vivienda que aumentará considerablemente, los créditos bancarios y los subsidios gubernamentales alcanzarán para comprar un hogar, pero en la periferia. El Estado de México sería la primera opción para las personas que tienen en el Distrito Federal su centro de trabajo.
Quienes están interesados en la compra de un vivienda y no tienen la cantidad en efectivo tienen que recurrir a la solicitud de un crédito hipotecario. En México existen 31.5 millones de hogares y sólo 6.4 millones pueden acceder a uno, debido a los requisitos en los ahorros e ingresos de los que disponen, es decir, otra vez el problema del ingreso mínimo.
Según las estimaciones de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), el precio promedio por metro cuadrado en vivienda nueva en la Ciudad de México se encuentra en 25 mil 721 pesos, y en vivienda usada el precio queda en 20 mil 581 pesos.
Sin embargo, en el caso de las colonias de la Delegación Miguel Hidalgo y Cuajimalpa, el precio tiene un aumento de casi el doble, ya que puede ir desde los 34 mil hasta los 49 mil pesos por metro cuadrado en vivienda nueva, el equivalente a 500 días de salario mínimo.
Del otro lado de la tabla, como las zonas más económicas del DF, se encuentran Tláhuac, con un precio promedio de 9 mil 352 pesos; Venustiano Carranza, con 10 mil 188; Iztapalapa, con 12 mil 359; Iztacalco, con 13 mil 067, y Gustavo A. Madero, con 13 mil 302 pesos o 100 días de salario mínimo.
En entrevista para SinEmbargo, Alejandro Albas, director adjunto de Ventas de SOC Asesores Inmobiliarios, explicó que las viviendas de desarrolladores de inmuebles de interés social ofrecen casas por 200 o 270 mil pesos y que están dirigidas a la población con menos ingresos, que también cuentan con las prestaciones del Infonavit.
Por otro lado, continúa Alba, está la vivienda de interés medio y la vivienda residencial que son las que más auge han tenido en los últimos años y que tiene precios por arriba de los 600 mil pesos.
Desde su perspectiva, la gente que percibe un salario que ronde alrededor del mínimo sí tiene oportunidades de acceder a un inmueble, ya que el Infonavit, por Ley, debe brindar préstamos a todos sus derechohabientes, independientemente del ingreso o problemas en el Buró de Crédito. Aunado a esto, se puede acceder también a un subsidio y así una persona puede reunir entre 130 y 220 mil pesos, cifra que lo acerca a un hogar, pero que “los arroja a vivir en la periferia de la ciudad”.
“Sí hay casas de 220 mil, pero será necesario encontrarla en el Estado de México a pesar de tener una residencia anterior en el Distrito Federal, lo que repercute desgraciadamente en la calidad de vida, porque aunque se acceda a una vivienda ésta queda está lejos del lugar de trabajo y se acarrean otro tipo de problemas. Sí hay oportunidad, pero tiene también muchas desventajas”, agregó Alba.
En 2014, el mercado del sector vivienda dejó los proyectos de construcción de hogares de interés social para concentrarse en el mercado de la edificación de casas medias y residenciales, según cifras de BBVA Bancomer.
En ese mismo año se encontró que el 70 por ciento de las casas que colocó el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), correspondieron a vivienda usada.
El mercado inmobiliario crecerá en los siguientes años porque deberá cubrir la demanda de hogares que habrá en 2020, año en el que se estima que la población joven de México sea la más grande en la historia de México.
“Este indicador es importante en cuanto a la venta de inmuebles, porque los jóvenes dejan la casa familiar o al menos esa es la aspiración, la de empezar una vida de una manera independiente, por lo que se tendrá que trabajar en el acceso a la vivienda para todos”, añadió Alba.
Pero quienes también se enfrentan a un escenario adverso, son aquellos que trabajan en la economía informal, que en México son alrededor del 63 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), según lo indican estudios realizados por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Esta población, al no contar con ningún comprobante de ingresos, se aleja más de la posibilidad de conseguir algún tipo de crédito inmobiliario.

La tendencia continuará hacia la vivienda vertical, que es una de las mejores opciones para las personas con ingreso medio, ya que se ofrecen precios de hasta menos de 1 millón de pesos, aunque no en la Condesa o Roma, sino, por ejemplo, en la delegación Azcapotzalco.

lunes, 18 de enero de 2016

Cartelera Cultural para Morelia, Michoacán. Segunda quincena de enero

Cuento con Todos es el programa infantil que se transmite los sáb de 9:00 a 10:30 por el Sistema Michoacano de Radio y Televisión en 106.9 fm y www.emisoras.com.mx/sistema-michoacano bajo la conducción y producción de Mónica Ruth Rodríguez del Río. Cabina: Óscar Landín. Cuento con todos está en facebook
Ex Libris el programa de los libros, la expresión artística y la opinión pública se transmite los dom de 10:00 a 12:00 en vivo y a control remoto por Radio Nicolaita, 1370 am, 104.3 fm y www.umich.mx  El domingo 24 se transmitirá desde la col. Obrera, Morelia. Conducción: Ruth del Río Ramírez. Control: Quetzalcóatl Rodríguez del Río. Cabina: Gilberto García Ávalos. Asesorías: Mónica y Mariano Rodríguez del Río. Producción: Colectivo Artístico Morelia, A. C. Productor: J. L. Rodríguez Avalos.
Lunes de cuentacuentos con Gigi Verduzco a las 17:30 en UNAM Centro Cultural, Acueducto 19, Villalongín, Morelia centro histórico. Admisión gratuita
Taller de tradiciones de la Tierra Caliente para aprender canciones, tocar instrumentos, bailar en la tabla e improvisar versos con Música y Baile Tradicional, A. C. los lun a las 18:00 en el Patio de la Magnolia del Museo del Estado, Guillermo Prieto 176, Jardín de las Rosas, Centro Histórico de Morelia. Admisión gratuita
Nunca es demasiado tarde, charla de psicología con Ernesto Ayala Durán el lun 18 a las 20:00 en La Casona del Teatro, Aquiles Serdán 35, Morelia centro.
Recordando a Alfredo Zalce en el 13° aniversario de su muerte, el mar 19 a las 9:00 en Las Estelas de Zalce, Calz. Juárez, Morelia.
De todos colores, olores y sabores, función de cuentacuentos el mar 19 a las 18:00 en Nómada Cafeína+Letras, Aquiles Serdán 415, Morelia centro.
Adiós y buena suerte, obra de Gibrán Ramírez Portela, con Sara Pinet, Miguel Romero, Hamlet Ramírez y Guillermo Villegas se presentará desde el mar 19 a las 20:00 en la Sala Xavier Villaurrutia, Centro Cultural del Bosque, Ciudad de México
Canciones mexicanas con Ligia Coria Marín el mié. 20 a las 19:00 en el Patio de la Magnolia del Museo del Estado. Admisión gratuita
Taller de danza folklórica para la tercera edad con la Dra. en Antropología de la Danza María Guadalupe Castro Páramo, los jue a la 17:00 en el Salón de Talleres planta baja del Museo del Estado. Admisión gratuita
La Farmacia Mier, conferencia del Dr. José Luis Figueroa Hernández el vie 22 a las 19:00 en el Patio de la Magnolia del Museo del Estado. Admisión y nurite gratis
¡Ay... hombres! obra con La Coregía Teatro el vie 22 a las 20:30 en Dos52, Santiago Tapia 252, Morelia centro histórico
Taller de arte plumaria con Yolanda Sereno, los sáb a las 10:00, Museo del Estado.
Seminario en cine y literatura con Víctor Manuel López Ortega los sáb desde el 23, de 10:30 a 14:00 en la Biblioteca Bosch Vargaslugo, Centro Cultural Clavijero, Nigromante 79, Morelia centro histórico.
Villancicos latinoamericanos música y títeres los dom a las 18:00 en La Mueca, Aquiles Serdán 797, Morelia centro histórico. lamueca@gmail.com
La Letra Errante librería que oferta las ediciones del Colectivo Artístico Morelia, A. C. y muchas otras ediciones a precios muy bajos, se encuentra ubicada en la Calzada Juárez 117-B, Barrio de Carrillo, Morelia

¿Por qué te tardaste tanto en el baño?

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Artículo publicado en Banzum con el título: Las mujeres y los baños públicos


El gran secreto de todas las mujeres, por lo que tiene que ver el cuarto de baño, es que de niña tu madre te llevaba al cuarto de baño, limpiaba el asiento, cubría el perímetro con papel higiénico y luego explicaba: “¡NUNCA, NUNCA te apoyes en el inodoro!”. Luego te enseñaba la “posición”, que consiste en equilibrarse encime del lavabo, haciendo como para sentarse, pero sin que el cuerpo entrase en contacto con el asiento. ‘La posición’ es una de las primeras lecciones de la vida cuando eres todavía pequeña, importante y necesaria, te acompañará por el resto de tu vida. Pero aún hoy, ahora que has crecido, la “posición” es terriblemente difícil de mantener cuando se tiene una vejiga que está a punto de explotar. Cuando ‘necesitas ir’ en un baño público, te encuentras con una cola de mujeres que te hace pensar que en el interior hay Brad Pitt. Entonces te pones pacientemente en la cola, sonriendo amablemente a las demás que también están esperando con las piernas y los brazos cruzados (la posición oficial del ‘me estoy meando encima’). Finalmente, te toca a ti, pero siempre viene la madre con la hija pequeña ‘que ya no puede contenerse’, y aprovechan la oportunidad para pasarte los dos por delante! Justo después, compruebas debajo de las puertas para ver si hay piernas. Todos están ocupados. Finalmente se abre uno y tú tiras casi encima de la persona que sale. Entras y te das cuenta de que no hay llave (nunca hay!); y piensas: “No importa …” Cuelgas el bolso de un gancho en la puerta y, si no hay gancho (nunca hay!) inspeccionas la zona: el suelo está lleno de líquido no identificado y no te atreves a dejarlo allí, por lo que acabas colgándolo a tu cuello y claramente está muy pesado, porque lo has llenado de cosas, la mayoría de cuales no usas, pero las guardas porque “nunca se sabe”. Volvamos a la puerta, ya que como no hay llave la tienes que aguantar con una mano, mientras que con la otra que bajas los pantalones y asumes “la posición”… aaaaahhhhh … por fin … En este punto empiezan a temblarte las piernas porque estás aguantándote en el aire, con las rodillas dobladas, los pantalones bajados que te bloquean la circulación, el brazo extendido que hace fuerza contra la puerta y una bolsa de 5 kilos alrededor de su cuello


Te gustaría sentarte, pero no tuviste tiempo de limpiar la taza o cubrirla con papel, dentro de ti piensas que no pasaría nada, pero la voz de tu madre aún suena en tu cabeza: “¡Nunca te sientes en un baño público!”. Así que te quedas en la “posición”, pero por un error de cálculo de un pequeño chorro te salpica en los calcetines !!! Tienes suerte si no te mojas los zapatos. Mantener ‘la posición’ requiere una gran concentración: para eliminar de la mente esta desgracia, buscas el rollo de papel higiénico, pero joder, no hay ni uno (nunca)!!! Entonces rezas el cielo que entre esos 5 kilos de basura que tienes en el bolso haya un mísero kleenex, pero para buscarlo tienes que soltar la puerta: te lo piensas por un momento, pero no tienes otra opción. Y tan pronto como sueltes de la puerta, alguien la empuja y tienes que frenarla con un movimiento brusco, de lo contrario todos te verán medio sentada en el aire con los pantalones abajo … !!! Entonces gritas: O-CU-PA-DOOOOO!!!’, sin dejar de empujar la puerta con la mano libre, y en ese momento asumes que todas las que esperaban fuera te han escuchado y piensas que puedes dejar la puerta sin miedo, nadie se atreverá a abrir de nuevo (en estas circunstancias las mujeres nos respetamos) y vuelves a buscar tus kleenex, te gustaría usar un par de ellos, pero ya sabes lo mucho que pueden ser útiles en casos como este y te conformas con uno, nunca se sabe. En ese preciso momento se apaga la luz automática, pero en un cubículo tan pequeño se supone que el interruptor no será tan difícil de encontrar! Reavivar la luz con la mano de Kleenex, porque la otra está aguantando los pantalones, cuentas los segundos que te quedan para salir de allí, porque estás sudando en el abrigo que no sabías dónde colgar y porque en estos lugares siempre hace un calor terrible. Por no mencionar el chichón causado por el golpe en la puerta, el dolor en el cuello por culpa del bolso, el sudor que fluye en la frente, la salpicadura en los calcetines … El recuerdo de tu mamá que se avergonzaría si te viera así, porque su … … … nunca tocó un baño público porque realmente ‘no sabes cuántas enfermedades se pueden coger aquí’.

Pero la tortura no ha terminado … Estás agotada, cuando te vuelves a poner de pie no sientes las piernas, te vuelves a vestir rápidamente y sobretodo tiras de la cadena! Y si no funciona preferirías no salir del baño, que vergüenza! Por último vas a la pica: todo está lleno de agua y aquí tampoco se puede apoyar el bolso, que tienes que volver a colgarte en el hombro, no entiendes cómo funciona el grifo con los sensores automáticos y tocas todo hasta que finalmente puedes lavarte las manos en una posición de jorobado de Notre Dame para no dejar caer la bolsa en el fregadero. Las toallas son tan escasas que acabas secándote las manos en los pantalones, porque no quieres perder otro Kleenex para eso! Sales pasando al lado de todas las mujeres que aún están esperando con las piernas cruzadas y en esos momentos no se puede sonreír de forma espontánea, consciente del hecho de que acabas de pasar una eternidad ahí dentro. Tienes suerte de no salir con un trozo de papel higiénico pegado al zapato, o peor aún, con la cremallera bajada! A mí me pasó una vez, y no soy la única que conozco! Sales y ves a tu hombre que ya está fuera del cuarto de baño desde hace rato, y hasta tuvo tiempo para leer ‘Guerra y Paz’ mientras esperaba. “¿Qué te tomó tanto tiempo?”, te pregunta cabreado. “Había un montón de cola”, te limitas a contestar. Y es por eso que las mujeres van al baño en grupo, por solidaridad, ya que una te aguanta el bolso y el abrigo, la otra mantiene la puerta y la otra te va a pasar el Kleenex debajo de la puerta; por lo que es mucho más fácil y más rápido, ya que hay que concentrarse sólo en mantener ‘la posición’ (y la dignidad). Este artículo está dedicado a las mujeres de todo el mundo que han utilizado un baño público y a los hombres, para que entiendan por qué pasamos tanto tiempo ahí dentro.

Una kathedra en un minuto

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